En esta entrada de mi blog me gustaría hablarles un poco acerca de como el funcionamiento de las creencias de las personas respecto a sus propias metas motivó el origen y características de mi experimento.
Recientemente escuché de un profesor en mi facultad una historia interesante relacionada con Mitt Romney, candidato presidencial para Estados Unidos en 2012. Me contó acerca de como Romney era el cofundador de una corporación muy criticada llamada Bain Capital. La empresa, que funciona como una Private Equitiy, es decir, comprar y vender otras empresas e invertir alrededor del mundo, fue duramente atacada por los seguidores de Obama durante las elecciones y se le acusaba de comprar empresas casi quebradas, succionarles la vida y luego forzarlas a la liquidación.
Por ejemplo, si yo tengo una empresa que ha tenido dificultades el último año, uno de los negociantes de Bain Capital vendría a proponerme una cesión del 51% (la mayoría) de las acciones para que Bain asuma el control de la compañía y pueda tomar medidas enérgicas para rescatarla. Yo, ante lo difícil que ha sido salvarla, acepto, entonces Bain hace fuertes recortes presupuestales, despide la mitad de los trabajadores y en unos 6 meses me informa "su empresa está en bancarrota, debemos liquidarla" y se queda, con poco esfuerzo, con el 51% de la liquidación.
Lo curioso de esto es que las personas incómodas con esta manera de drenar dinero, son los ex empleados, pero no los antiguos dueños de las empresas, me explicaba mi profesor, pues estas personas sabían desde hacía mucho tiempo que había que liquidar sus empresas, pero les faltaba la mano firme de alguien completamente desinteresado, para poder tirar la toalla y no perder más dinero, al punto de entregar la mitad de la liquidación.
La mayoría de ustedes recordarán también una famosa película de 2001 que trata de la vida de una joven francesa que trata de transformar, para bien, la vida de las personas infelices que la rodean. Se trata de Amélie, una gran película que si por casualidad no han visto, la recomiendo a todos. En ella muestran como ella hace esfuerzos inmensos por mejorar las vidas de los demás mientras lucha contra su propio aislamiento, y es sólo viendo el impacto que ha causado en las vidas de los demás y con su ayuda, que decide volcar sus esfuerzos hacia si misma y terminar con un final feliz.
Con la primera referencia buscaba ilustrarles un principio que me parece común en la conducta de las personas, la incongruencia entre las creencias de las personas y sus acciones, entre sus propósitos de "largo plazo" y la realidad de sus vidas. Los empresarios cuyas empresas fueron liquidadas tras la intervención de Bain Capital, estaban dispuestos a pagar para que otra firma hiciera lo que ellos no fueron capaces de hacer. Si uno le pregunta a cualquier persona "¿Quieres tener independencia financiera? ¿Quieres ser feliz? ¿Te gustaría cumplir las metas importantes de tu vida?" casi todos responderían que si, algunos dirían que actualmente tienen o están trabajando para conseguir esas cosas. ¿Cómo te sentirías si yo te dijera que en verdad tú no quieres ser feliz y tú no quieres tener dinero ni éxito en tu vida?
Es decir, cuándo se presenta una oportunidad servida en bandeja de plata, eventualmente una oportunidad laboral muy buena o fortuitamente hay chances fáciles de mejorar nuestra vida, claro que lo aceptamos. Pero cuando realmente nos enfrentamos a decisiones difíciles concerniendo estas variables, frecuentemente tomamos decisiones cohibidas, para citar a mi maestro de Ajedrez el IM Miguel Mosquera "Buscamos la jugada más cómoda , pero no necesariamente la mejor jugada". ¿Por qué sucede esto? es una pregunta compleja, pero podría especular algunas respuestas ojalá de manera más profunda en una próxima entrada del blog. Creo que se trata de algo que denominaré "Emotional See Saw" (Balancín o Sube-y-Baja emocional).
El principio del Emotional See Saw es que a la hora de tomar nuestras decisiones, ponderamos lo que creemos que es correcto, con otras cosas de muy corto plazo que nos desagradan; como la incomodidad, lo que piensen los demás, el miedo a nuestro fracaso y ,mucho más frecuentemente, el miedo a nuestro éxito. Nuestra mente agranda estos miedos, inventa creativamente excusas para no hacer las cosas. Por eso no es tan extraño encontrar personas que no son felices, más que todo encontramos personas que son felices circunstancialmente, pero no tantas que tomen las medidas necesarias y diseñen su vida en función de ser felices y de lo que quieren.
El mundo está lleno de personas que estudian algo que no les convence, que están trabajando mucho tiempo en algo que no les gusta, que tienen parejas con las que en verdad no están felices, que ganan poco dinero y están frustrados con sus vidas ¿Qué puedes hacer para mejorar esto en tu propia vida? ¿En verdad piensas que tienes el control? Una buena idea es entrenar el cerebro para que piense a largo plazo, y así las cosas buenas del sube y baja emocional van a pesar más, que las cosas malas que están sobre todo en el corto plazo. Por ejemplo, si alguien está pensando en mejorar su dieta para tener una mejor salud o bajar de peso, en su sube y baja van a estar por un lado la pereza de comenzar una dieta, el hambre, el tiempo que se demora establecer un buen hábito alimenticio,etc. Y, para una persona que vive muy en el corto plazo, los beneficios de tal decisión, van a estar demasiado lejos, pasarán meses antes de que esté delgado y antes de que sienta el bienestar de tener una alimentación sana. Si fueras capaz de ver las consecuencias de tus acciones, en horizontes más largos, con certeza tomarías mejores decisiones.
Existe también otra manera de enfrentarse al Emotional See Saw que nos está limitando. No es raro que estemos mucho más motivados a cumplir un propósito, cuando hay una tercera persona que nos presiona a lograrlo y nos lidera en el proceso (A todos les han propuesto "Hagamos ejercicio juntos!"), ¿Por qué? Porque por la manera como hemos evolucionado (asunto que discutiré en otra entrada) somos muy vulnerables a la presión social. También es más fácil este camino desde el otro lado, cualquiera que conozca a un médico que fume, a un entrenador de gimnasio gordo o a una pareja de amigos donde uno le dice al otro "Vaya, vaya y háblele a esas mujeres de la mesa de allá" pero no va él mismo, sabe que es mucho más fácil decirle a otra persona que haga algo a hacerlo uno mismo, incluso es más fácil presionar a otra persona a que haga algo y lo haga bien, liderarlo en el proceso y que esa persona se beneficie, que hacerlo uno mismo, como nos lo muestra Amélie en su buena película. ¿Cómo explotar esta paradoja de la conducta, a nuestro favor?
Esto está relacionado con una buena recomendación en la que creo firmemente: "Si quieres hacer un millón de dólares, ayuda a 10 otras personas a hacer un millón de dólares", ¿Alguien duda de que funcionaría?. De eso se trata mi experimento económico y social. Yo, Paco, ofrezco mi liderazgo, mi tiempo y mi capital para construir, asociado con 10 otras personas, 10 empresas diferentes que los ayuden a obtener independencia financiera, iniciativa empresarial y a cambiar sus vidas. Yo no soy su jefe, y sus empresas serán tan suyas como mías (incluso este blog será tan de ellos como mío). A cambio lo único que les pido es que hagan eco de la iniciativa, y cada una de las personas que conmigo encontraron la manera de crecer, le ayuden a otros de la misma manera, creando una empresa propia, entregándole a esos proyectos de otros, el corazón que a veces no somos capaces de darle a nuestros propios proyectos para así hacer algo que pueda repercutir y beneficiar al mundo entero (Si, si me vi cadena de favores).
Para resumir:
- Paco se asocia con 10 personas y hace 10 empresas con ellos.
- Esas personas mejoran su vida, y en retribución (no con Paco, como en los multiniveles) con el mundo, le ayudan a lo largo de su vida (pero ojalá en el corto plazo) a 2 personas más a empezar una empresa.
- Tercer paso, el mundo cambia y recobramos la fe en la cooperación y en la humanidad
Comencemos a hacer dinero!
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