-No hay almuerzo gratis-
Buscando un poco entrar en materia, quisiera compartir con
ustedes mis lectores en las siguientes publicaciones, tres elementos
importantes que son claves a la hora de hacer dinero y que podemos buscar; bien
implementarlos en un negocio ya existente o que queremos asesorar, o bien
inspirarnos en estos conceptos para buscar la buena idea que se transformará en
nuestro futuro negocio.
Empezaremos hoy con la primera de las ideas para hacer
negocios: El Arbitraje.
Típicamente en el mundo de las finanzas, cuándo explicando
el arbitraje, usan el refrán "No hay almuerzo gratis." Es decir, se refieren a
que en el mundo de las finanzas se supone que uno no puede hacer una serie de
transacciones sin riesgo, que al final le dejen a uno un pago positivo. Por
ejemplo, no es posible ir a una casa de cambio, comprar un dólar por 1800 y
luego ir a otra casa de cambio y venderlo por 1900, ¿Por qué? Porque si fuera
posible, todos los brokers del mundo lo harían y en cuestión de segundos las
presiones de mercado eliminarían esa posibilidad.
Sin embargo esta idea resulta inspiradora para otros
mercados y otras transacciones, si bien no vamos a conseguir estar libres de
riesgo y garantizar un flujo de caja en el futuro, siempre es posible hacer un
poco de arbitraje en los mercados menos desarrollados, ¿A qué me refiero? Se
pueden, en realidad, hacer circuitos monetarios simples que dejan dinero
fácilmente porque la gente está dispuesta a pagar mucho más que los costos
operacionales y transaccionales de un producto porque se lo lleven a la puerta
de su casa.
No me refiero al mercado del azúcar o de textiles, que
están fuertemente desarrollados, pero sin duda hay oportunidades de arbitraje
en los nuevos productos que ofrece el sector de bienes y servicios. Piensa en
el sin número de productos de consumo que están disponibles en Estados Unidos o
Alemania, probablemente exista una demanda por estos productos en nuestros países
de origen, pero los consumidores debido a las barreras de lenguaje, las
dificultades para importar o simplemente la pereza, no han pensado ni siquiera
en tener estos productos aquí. Ahí entramos nosotros como incipientes
empresarios, en un mercado inmaduro de productos, es posible sencillamente
comprar productos en el exterior, y cobrar por ellos mucho más que sus costos
de importación, aunque no está libre de riesgo, recuerda un poco la transacción
del dólar en esas casas de cambio con oportunidad de arbitraje.
La idea es simple, no solo importando sino en general, el
mundo está dispuesto a pagar más de lo que debe porque le faciliten cualquier
tipo de proceso, piense en las exitosas oportunidades de negocios, por ejemplo,
en los servicios a domicilio, los servicios inútiles de lujo como guarderías de
perros, aplicaciones para Smartphone de taxis y comida (facilitadores) o los
servicios de conductor elegido; la gente está dispuesta a pagar mucho por algo
que podrían hacer ellos mismos. La pregunta que les dejo a mis lectores hoy es ¿De qué manera puedo prestar un servicio que
facilite la vida de las personas?
¡Comencemos a hacer dinero!
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